La adolescencia revisitada a través de Adolescence (serie)

Este fin de semana vi la serie Adolescence en la plataforma Netflix, hace tiempo que no me “tocaba” una producción tan bien hecha, me estremeció, me dejó pensando sobre el futuro de los jóvenes, sobre lo que una familia con hijos adolescentes vive; ahora en la serie se retrata la experiencia del agresor y su familia, el personaje que parece un niño apenas entrando a la adolescencia y que su aspecto se confunde entre rastros de una niñez inocente y el inicio de la adolescencia.

El impacto fue tan profundo que llegó a mi mundo onírico, lo comparto: en mi sueño yo misma trataba de conducir un grupo de desarrollo personal y me veía desafiada por la indiferencia y la apatía de los participantes, mi reacción a esto fue una actitud vigorosa primero y después autoritaria, para intentar tener un impacto en algunos de los participantes y así recuerdo una de las escenas de la serie, los maestros intentando tener algún control en sus alumnos púberes, adolescentes quienes han perdido la inocencia, quienes se muestran apáticos e indiferentes por qué ya nada les sorprende, ellos mismos están sin esperanza, sin una dirección, han tenido que recurrir a nuevas formas de motivarse, de interesarse entre ellos, por qué los adultos ya no somos interesantes, son predecibles, aburridos, los hemos olvidado y cada día están más lejos de comprender sus verdaderos deseos y necesidades.

En la serie hay destellos de vida en el chico que perdió el rumbo, pues quiere ser “alguien”, quiere ser importante para alguien, dejar huella, caerle bien a la persona que lo esta evaluando, podría ser un último recurso, mostrar algo de simpatía a quien es una amenaza, aún que sea falsa. Toda la trama parece un caso de la vida real, pero no, no lo es, no es una historia particular, es una historia universal, está sucediendo ahora mismo, es una muestra de botón de una comunidad, una sociedad, de un país, del mundo.

Sin embargo, el objetivo de los creadores es traer a la mesa la conversación de ¿qué es lo que está pasándonos, que está sucediendo, y que aspectos de nuestra vida afectiva, familiar, de nuestros vínculos hemos descuidado, olvidado o los hemos abandonado?, ¿En qué momento la vida se volvió, solamente operativa?, y creímos que la vida pragmática iba a suplir la necesidad profunda de ser relevantes para alguien, para los amigos, para la pareja, para los iguales, para la familia, para los adultos también; porque aun que parecen los adolescentes en actitud aburrida y apática hacia sus mayores, ahora más que nunca parecen ávidos de encontrar sentido y personas que sirvan de apoyo, de acompañamiento, de guía y admiración, que parece un aspecto de la relación entre  jóvenes y los adultos que cada día está más extinta. Pues tal vez el objetivo de los creadores no llegue a todas las casas, las escuelas, las comunidades de padres e hijos, sin embargo, me tocó a mí y me hace reflexionar sobre mi propia forma de conducirme con un interés genuino hacia las personas adolescentes, las personas adultas, despertó en mí la inquietud de estar verdaderamente presente ante la falta de sentido y de esperanza en los demás, y tú ¿ya viste esta serie?

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