Claudio Naranjo (a cinco años de su partida).
¡Un encuentro que en realidad un encontronazo! Un encuentro nutricio. Guillermo Borja me llevó con Claudio. Y ya mi alma no quiso separarse de mi maestro. Los encuentros en las “mesas de trabajo “o desayunos o comidas o cenas, siempre a la expectativa de alguna enseñanza.
Mis encuentros con él, en los corredores de Tonalli (lugar donde en México impartía sus enseñanzas), o Sevilla, donde nos encontramos una vez, maravillosos. Fugaces, llenos de luz y sabiduría, con agudeza prístina.
35-años-de-estar-con-el. Tantas coincidencias. Lo que había escuchado y sentido y vivido en mi infancia, desde el catecismo de los años 1966, del siglo pasado, hasta lo que hablaba mi mamá de “el Dante”, “la divina providencia provee, siempre provee…”, acerca de las tentaciones y pecados capitales: “es probete no hartete!!” Y su consecuencia concreta: “no hartarse”; “el que come y canta loco se levanta”, había que comer despacio, no solo la comida, sino lo que escuchabas y no hablar, no pensar… el que así lo hace no puede escuchar!, ¡¡¡está cantando!!!…no escucha…
”“Y no nos dejen caer en la tentación…” del padre nuestro, ¡había que detenerse ante la tentación!, ¿cómo? ¡Me lo preguntaba!, en la realidad no podía! Y en el silencio, iba en ese “camino empedrado”, directo al infierno, que además era infinito, que temible, suena más que mucho, para un niño adolescente que no sabe entender-comprender “el infinito”, ¡por pecar! Y el pecado tan finito, tan a la mano, tan carnal, ¡tan “amigo” en esta tierra y tiene muchos amigos!
¿Cómo expiar los pecados? Además de la confesión, que no ajusta, ¿que un sacerdote te diga “estas perdonado…” y lo que estoy sintiendo? ¿Lo que imagino? ¿La culpa? El infierno y su gente.
El diablo, no es el de El Juego de la lotería, el que está igual que diosito “en todo lugar”, acechando a que caigas en la tentación, ¡para jalarte de un pie y llevarte al infierno! y sin embargo… caer en la tentación. Yo no sabía que eran amigos tal vez gemelos de la misma bolsa intrauterina… tanta educación, ¿¿¿educación???, para vivir bajo el miedo? ¿La amenaza?
Pues llego Claudio y al escucharlo, poco a poco comprendía mi mundo “educativo” anterior y le encontraba un nuevo sentido, también sentido de corazón y hasta lo entendía!, Aun con el profundo (tal vez infinito) silencio en donde vivía… y que me lo compartía, al estar ambos en silencio, no la ausencia de ruido, en silencio…sin tiempo, sin espacio… y ahí con alguna palabra, cuando mucho una frase, me proponía y yo acomodaba mi historia de venir cayendo de tentación en tentación, y poco a poco surgía una nueva persona, y un nuevo ser, que ya no solo tenía tentaciones pecadoras que había que reprimir con rezos, miedos, castigos psicológicos, sino ahora eran tierra fértil, para seguir sin educación, y si, irme convirtiendo en un ser humano, donde nada de la vida me es ajeno…
Paco Ramos 12 de Julio 2024. foto Tonalli 1996