Frankenstein
Revisitar la relación con el padre y buscando ser
En la nueva producción cinematográfica de G. Del Toro, inspirada en la novela de Mary Shelly, no pude evitar encontrar una variedad de personajes en busca de amor y trascendencia, la sed de ser se ve revelada en cada uno, un capitán que desea llegar al polo norte, un médico que ambiciona encontrar el método para traer de la muerte a un cuerpo, hacer vida, jugar a Dios; un hombre desahuciado que apuesta todo para hacer posible pervivir en un cuerpo muerto que está a punto de ser reanimado, desesperado por no desaparecer como una hoja seca, y como una joya aparecen los personajes de las mujeres, una madre niña en un matrimonio por conveniencia que solo puede volcar su afecto a su hijo y lo deja huérfano, y una novia que en su superficie parece un relicario precioso, pero en su interior es un ser capaz de despertar la sensibilidad y la necesidad de amar a quien posa su mirada en ella, porque ella es como un símbolo de la esperanza, de la abundancia y por eso mismo termina sacrificada, porque esta pieza es un asomo a la historia del hombre y de la mujer en la búsqueda de saber para que vivir, para la fama, el poder, la trascendencia, el amor, vivir para siempre?
La película nunca quita el dedo del renglón de si la vida tiene sentido aun cuando se pierde todo, cuando al descubrir la verdad de cómo cada uno vive y se desvive por encontrar un sentido a su existencia, antes caen los ideales y las falsas esperanzas. Me recuerda a los mitos y los arquetipos alrededor del padre, el amor, la vida eterna, el viejo sabio y el hijo que nunca es lo que los padres quieren, la relación padre/hijo, resuena con mucha fuerza, por qué aun teniendo todo para “diseñar” la mente y las conductas de un hijo, nunca se podrá colonizar el corazón de un hombre, ese solo se abre por dentro cuando es atendido con interés genuino y amado por otro ser humano, por qué el amor es un regalo inesperado, aún que empiece como una curiosidad y una dedicación gentil y minuciosa.
Todos sus personajes en esta pieza cinematográfica guardan en su interior un deseo de ser, cada uno a su manera lo persigue, hay una búsqueda implacable, vehemente. Al final ambos, padre y criatura, tienen que vivir con lo que son, aceptando su condición humana, como una forma de rendición a la vida, parece que solo se puede llegar ahí viviéndose vencidos por la misma ambición y la persecución del deseo y el hambre de ser. No vi una película de un monstruo, vi una historia llena de sentimientos y deseos muy humanos que viven en cada uno de sus personajes y que mueven a preguntarse si uno también tiene ese deseo de Ser.
Cati Preciado 11 de Noviembre 2025.